Últimamente están poniéndose de moda algunos alimentos que antes eran prácticamente desconocidos para muchas personas, y uno de ellos es la quinoa. Tanto es así, que la FAO ha designado al 2013 como “El año internacional de la quinoa” por sus múltiples propiedades y beneficios, otorgándole el papel de “superalimento”.
Tiene origen andino y se conoce desde hace unos 5000 año y, aunque a veces es tratada como cereal, la quinoa es un pseudocereal, ya que se utiliza de manera similar a la de los cereales pero botánicamente no son lo mismo.
Debido a todo esto, podemos decir que la quinoa es un alimento ideal para personas celiacas, ya que no contiene gluten, y también es una opción muy interesante para la dieta vegetariana por su elevada cantidad de proteínas y hierro de origen vegetal.
También es perfecta para la dieta del deportista, por su contenido en hidratos de carbono complejos, proteínas y micronutrientes. Pero no solo es recomendable en este tipo de personas, si no que es un pseudocereal que combina perfectamente con la dieta de cualquiera.
¿Cómo incluyo la quinoa en mi dieta? La quinoa tiene una amplia utilidad en la cocina y se puede añadir a infinidad de platos. Por ejemplo, podemos cocinar los granos y hacer una ensalada de quinoa, verduritas y pollo, ensalada de quinoa y pepino, crema de quinoa y calabaza, croquetas de quinoa, hamburguesas, revueltos de quinoa con verduras…
Pero es que no solo podemos añadirla a los platos salados, también se puede utilizar para hacer increíbles postres, como por ejemplo bizcochos, galletas, magdalenas, pasteles, flanes…
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